Hace poco, en un reciente viaje me daba cuenta de lo vasto que podía ser los Estados Unidos de Norteamerica, y repetía constantemente: Si mi país me resulta vasto, casi inabarcable y en los límites del entendimiento por su tamaño y variedad, el país del norte me conmocionaba por su realidad masiva (algo similar me pasaría con China, Rusia o la India, sin mencionar Brasil, sabiendo que Perú tienen 1285000m2 aproximadamente frente a los 9826000m2 de gringolandia). Sin duda son cifras tan obvias que uno las olvida cuando no está en el lugar mencionado. Pero me quedo a la mitad de mi medición, en mi país, Perú. Pais complicado como todos los países desde la perspectiva humana y siempre con algún tema mediático que sacude a las adormecidas cabezas nacionales.
Uno de los últimos temas ha sido Conga. Conga como tal, como palabra, como fonética le generá a un limeño promedio las misma sensación de abstracción que le genera a un belga la palabra Congo, con todo el abismo histórico, genocida, literario, y antropológico que los separa como casos (allí esta Joseph Conrad para hacérnoslo recordar en el Corazón de las Tinieblas). Pero la distancia en el plano espacio-tiempo es la que hace de un lugar objetivo una subjetividad intensificada por el filtro mediático. Conga, el proyecto minero de Yanacocha del que vengo escuchando y leyendo hace meses. Conga la increíblemente bella laguna Cajamarquina de la que me vengo a enterar hoy día como luce gracias a la Republica y un especial dominguero que publica donde recién, por primera vez, mi estúpida ignorancia, mi reiterado estilo de vida “sin tiempo para nada”, mi flojera mental de siempre ir a lo esencial me ha evitado ver: ¿Y como luce conga? ¿Qué mierda es?...y bueno, ¡vaya que es!. Es una laguna increíblemente bella, rodeada por pequeñas lomas verdes, ichu y zonas de pastoreo en esas postales altiplánicas, el distrito de Sorochuco, provincia de Celendín.
Ojo, no vote por Humala en primera vuelta, no vote por la Villarán, me gusta el dinero y la vida burguesa, pero eso no me hace un hueverto recalcitrante sedicioso solo por decir que me impacto la foto del lugar. Qué pasaría si en vez de La Republica, también el Comercio y Perú 21 hicieran un reportaje de la flora y fauna de la laguna y publicará fotos del entorno en buena resolución y no solo en formato “sección busco empleo, avisos económicos”. Qué pasaría si además de pasarela nos fuéramos un fin se semana a disfrutar una fiesta patronal en Celendín y de taquito una despanzurrada en la laguna de Conga y en ese momento nos dieran un papelito a modo de referéndum para votar si en nuestra opinión como ciudadanos, va o no va el proyecto…ah?. Ya papá. La abstracción en este caso la podemos mitigar para poder entender mejor el problema. La abstracción de los medios informativos. No estoy en contra de nada, solo me preocupa la abstracción.
Enlace de reporte diario La República, Perú. (5 de marzo del 2012)
