sábado, 19 de marzo de 2011

Los liquidadores del bosque rojo / (ликвидаторов)


La noche del 28 de abril de 1986, buena parte de los sovieticos estaban agolpados en sus pequeñas cocinas de fórmica verde como cualquier otro día mirando las noticias en un pequeño televisor plástico la imagen a color el noticiero Vremya (Время). El locutor decía lo siguiente:

"Ha ocurrido un accidente en la central de energía de Chernóbil y uno de los reactores resultó dañado. Están tomándose medidas para eliminar las consecuencias del accidente. Se está asistiendo a las personas afectadas. Se ha designado una comisión del gobierno."

Era la primera mención de algún medio del mayor desastre no solo medioambiental sino absoluto de toda la historia del planeta, humana o no. Dos día antes, durante maniobras de prueba de su seguridad paradojicamente, el núcleo del reactor 1 modelo RBMK-1.000 de la central nuclear de Chernobyl se sobrecalentó y explotó, expulsando a la atmósfera lo peor de la tabla periódica, párticulas altamente radioactivas dejando el nucleo abierto y expuesto a la atmosfera, una suerte de portal del infierno en contacto con nuestro mundo. La radiación lanzada al aire fue entre 100 a 500 veces la emitida por la bomba que toco Hiroshima en 1945 y cambio para siempre la condición de buena parte del planeta, rompiendo equilibrios esenciales. Murieron 31 personas por consecuencias directas del accidente y se estima que entre 100000 y 150000 durante los años siguientes por consecuencias de la radiación, dejando inhabitable un área de 25km en torno al reactor y a la ciudad de Pripiat, donde vivian los trabajadores de la planta. El bosque de pinos cercano a la planta adquirió un tono dorado y rojizo por la radiación matando la vida en el.


Las autoridades sovieticas evacuaron en los siguientes dias a los poblados aledaños pero la desastre se detectó lejos de la URSS, en Suecia. Trabajadores de una central nuclear en el país nórdico detectaron altos niveles de radiación en la zona. Cuando descartaron que no había ninguna fuga en la central y analizaron la dirección de los vientos que en aquel momento de año venían de la URSS, supieron que algo había pasado. Pocos días después Mijail Gorbachov envío un mensaje al mundo, tardío pero sentido, donde explicaba a catastrofe ocurrida, resultando en la peor de la historia. La unión soviética envío bomberos y soldados a extinguir el fuego en la central, el cual duro 14 días debido a la radiación de las barras posteriormente devolver de forma mecánica todo el material radioactivo a los restos del núcleo. Los robots que enviaron se estropearon casi de inmediato por la radiación. Los soviéticos entonces canjearon servicio militar regular por 2 horas de trabajos en intervalos breves en la malograda central. Los prospectos de reclutas aceptaban casi sin pensar y sin ser debidamente informados sobre las consecuencias de la exposición a niveles tan elevados de radiación. 600000 biorobots (debido al traje de plomo de 37 kilos que los cubrían) o liquidadores movieron 5000 toneladas de escombros radioactivos y construyeron el sarcofago que contiene hasta el día de hoy el núcleo del reactor. Se estima que murieron entre 60000 a 80000 por causa de la radiación y 165000 quedaron discapacitados.

El terremoto de Japón en 2011 y el consecuente Tsunami en Fukushima a llevado a que espontáneamente existan un nuevo grupo de liquidadores, un grupo de entre 180 a 250 personas que hasta el día de hoy trabajan por contener la radiación de la central dañada vertida en suelo y mar, con la unica diferencia que son plenamente consientes que es un trabajo con retorno cambiado: enfrentar las consecuencias de operar sobre una de las energías que el ser humano acepto manipular, la fusión del uranio 235, aquella que se da al interior de las estrellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario